domingo, 15 de enero de 2012

Volando sólo

Tú también vuelas solo.
Así es, no hay por que darle más vueltas. Es duro reconocerlo .Vuelas sólo y cuanto antes te des cuenta mejor. Tienes que aprender a vivir con ello. Cuando te des cuenta comprenderás que no es nada malo, te hace fuerte.
Puede parecer lo contrario, que estés rodeado de gente que siempre estará ahí para los momentos buenos y para los malos, que nunca te dejará. Lo peor de todo es que tiendes a creer que sin ellos tu vida no tendrá sentido, que te costará muchísimo seguir sin ellos, tu sólo.
Todo es  mentira, no digo que no tengas un montón de gente maravillosa en tu vida, gente de la que dependas e incluso esa persona que te complementa, tu alma gemela pero todos están tan solos como tú. El camino lo creas y lo recorres tu solo, hay quien te hace el camino mas llevadero, ya sea voluntariamente o simplemente porque vuestros caminos se cruzan y no os queda otro remedio que caminar juntos una parte del trayecto. Aprenderás una lección cuando vuestros pasos no sigan la misma dirección, tú seguirás solo por tu camino, igual que antes. La compañía no mina la soledad. Tus pies se mueven por tu impulso, tú vas poco a poco dando los pasos a través del sendero, necesitas ayuda, claro que si, pero siempre tus méritos son los que te hacen llegar a las metas. Tu te comes tus fracasos, cuando tropiezas, cuando das un paso atrás eres tu quien los asume, quien los sufre y los supera. Tú eres tu mejor compañía. Es muy importante conocer a tu compañero de viaje, cada centímetro de su cuerpo,  cada pensamiento y cada sentimiento.  Desde siempre has compartido todo con este compañero de viaje, se supone que deberías conocer todo de él. Estoy seguro que el día que des por finalizado tu viaje, tu compañero seguirá siendo un completo desconocido.
No consientas que tu vida depende de si de ella entra o sale una persona. Quiérete. Eres la persona mas importante de tu vida , la única imprescindible .
Todo lo que consigas o dejes de conseguir será gracias a ti,  por eso tienes que luchar, hacer posible tus metas porque si crees en ti mismo conseguirás todo lo que te propongas. No te pido que no quieras a nadie que no seas tu , sino que comprendas que eres lo mas importante, simplemente coge fuerza, enfréntate al viento y emprende el vuelo , solo tiene que disfrutar de la soledad , hacer que sea tu mejor compañera de viaje.



Un mundo de plástico

Gracias, pero no me adviertas de un mundo que ya conozco, ya estoy desengañado. Desde aquí puedo oler el esmalte que disimula los sentimientos y alegra los sentidos, no hace falta que tome un asiento privilegiado. Las tallas XXS engordan mis ganas de vomitar sobre un mundo de plástico. Las personas de cartón piedra no son más que el atrezzo de una sociedad rota y reconstruida con super glue como un jarrón comprado en un bazar oriental. Avergonzarse de las raíces y presumir de la soberbia. El egoísmo como estilo de vida, la avaricia ya no es un pecado capital. Todo es gris, se ha difuminado la frontera entre el blanco y el negro, solo queda un tono, ya no hay extremos. Producción en serie, modelos preparados para morir y volver a nacer. Regalar los oídos, decir lo que quieren escuchar, engañar con esa simpatía edulcorada a quien padece diabetes. Insensibilizar al soñador. Todo está pintado con rotulador que destiñe a la mínima caricia. Envenenar con lejía a  los débiles para que no se hagan fuertes. Desnudarse ante el espejo pero jamás hacia uno mismo, exhibir tus encantos a quien no sabe aplaudirte. Perfiles en internet y maniquíes perfectos falseados al milímetro. Amor con arreglos  de photoshop, mala educación y respeto mezclados  por un dj. Subir el telón al despertar y bajarlo al anochecer, hacer la función sin haberse quitado el maquillaje del día anterior. Sueños postizos,  penas bronceadas, ilusiones demacradas. Morir de frío en la calle mientras se suda en la sauna. Ser un animal con marioneta de persona. Muñones en tus brazos, recuerdos de por vida. Todos se conforman con el ticket regalo. Escenas no recomendadas a menores de 7 años en los que una puta come una piruleta. Paisajes que caducan y que tendrán que editar tus nietos. Las lágrimas solo sirven de adorno en tu cara, las lágrimas no producen otras  lágrimas.


Hay que quitarse la mascara. Hay que quitarle el disfraz. Ni las mentiras piadosas ni las verdades a medias, vengo a mentir o a contarte verdades como puños. Si tengo envidia te aseguro que no va a ser sana. Si lloro es porque te quiero y si sufro es porque me importa. Me desvivo por los míos , por los tuyos y por los suyos. Soy real como unas tetas caídas.

El Pecado Original


Después de haberlas comido me empieza a costar respirar y parece  como si la avellana pretendiese salir por donde entró, eso sí, entera. Comienza a dolerme el pecho, un dolor seco y profundo, empiezo a encontrarme mal e intento vomitarla pero nada, bebo y bebo agua pero esa sensación no se va, vuelvo a beber pero sólo consigo ponerme mas nervioso. Termino por darme por vencido sabiendo que todo pasará en un momento y sin ninguna consecuencia. Eso si, me quedo con la incomoda y dolorosa experiencia y con las sensación de impotencia que la acompaña. No quiero mas avellanas pero si una se cruza en mi camino la volveré a comer y volverá la extraña sensación. Me gustan las avellanas y sé que me sientan mal, es mas, yo no las pido pero la veo y se me apetece. Es la avellana con su piel tostada, tan pequeñita y apetecible la que me dice con su débil aroma:
¡Cómeme, Cómeme!
En realidad la avellana es cruel, me atrae hasta que pasa por mi garganta pero nunca me deja completar la experiencia, no permite que la disfrute en su totalidad, hasta el punto que no quiera volver a saber de ella y quiera vomitarla. Seguramente la avellana me haga esto porque sabe que aunque una y otra vez haga quedarme sin respiración siempre vuelve a apetecerme. La tentación es superior. Lo que tengo claro es que prefiero otros frutos secos y que no quiero mas avellanas, pero si se presenta una , no digo que no.

Fiesta de disfraces

















No abrirle las puertas de  mi castillo de arena a ningún  conocido.
Susurrar pequeños sueños al odio de la desinformación.
Aguantar el aire durante una milésima de segundo para que se escape nuestro autocontrol.
Restar las alegrías, sumar mandarinas.
Olvidar lo vivido para compartirlo con nadie.
Buscar ente los contenedores restos de juguetes para entretenerme mientras recorres los pasillos de tu propia melancolía.
Romper la etiqueta con los dientes, guardarla en el bolsillo por si acaso.
Disparar  a quemarropa contra quien te enseño a vivir.
Molestar los silencios con risas de nerviosismo.
Acurrucarse entre el calor de la mañana.
Gritar para guardar la compostura.
Ilusionarse con la breve brisa de tu no ausencia.
Sentir pena por aquellos a quienes envidias.
Odiar, pero sólo un poquito, las mentiras piadosas.
Regalar virutas de humildad a quien envuelve el bombón con papel dorado.
Marcar la línea del tiempo con anhelos que carecen de importancia.
Cubrirme la cabeza al dormir para proteger lo aprendido.
Interiorizar la parte animal de una gelatina de limón.
Volar con el único objetivo de aterrizar forzosamente.
Humedecer el borde del papel con la lengua.
Visualizar y visualizar.
Desperdiciar los mejores años de tu vida siendo feliz.
Querer que un triángulo encaje en un círculo.
Cuidar las debilidades ajenas.
Encargarse de la legalidad del tráfico de humo.
Hacer una llamada de socorro desde tu sofá.
Exprimir un limón con todas tus fuerzas aun sabiendo que el agrio zumo te salpicará en los ojos.
Idealizar un incendio entre tus piernas, reavivarlo  con gas de la risa.
Hundirme en el barro, elevarme al cubo.
Estar como una cabra, tirar siempre al monte.

Yo para ser feliz quiero un camión.

Soy Feliz, creo que nunca he dejado de serlo, se podría decir que siempre lo he sido. Bueno, al menos, en las fotos de pequeño siempre salgo sonriendo, quizás porque solo me fotografiaban en momento felices,  mi cumpleaños, mi primer día de cole, carnavales , en el zoo con las jirafas… me intentaban proteger de los momentos tristes , y fíjate , que se dice que es de los que más se aprende.
¿Qué es la felicidad? Por si solo no es nada, necesita de la tristeza para poder ser entendida. Es cómo la luz de un intermitente, el parpadeo indica el giro hacia un lado u otro, no es la luz, sino el parpadeo. Sin la ausencia de luz no se entendería lo que quiere decir. Es necesaria la alternancia de uno y otro. Ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no. La felicidad no produciría ese estado en nosotros si antes no hubiese estado apagada la luz, sin la alternancia de tristeza-felicidad. Para ser feliz hay que haber estado antes triste, y viceversa. Ahora sí, ahora no.
Quizás sea feliz porque siempre me he conformado con poco ¡Qué triste! ¿Verdad? Hay que  aprender a vivir con lo mínimo, con lo que consigues con tus propios méritos. Es un chute de optimismo, saber que vas a ser feliz  aunque solo hayas superado el primer escalón, pero has superado uno. Poco a poco. No es una derrota, no es tirar la toalla, es saber sacar lo mejor, buscar la parte buena de todo. Esto me ha llevado en muchas ocasiones a la mediocridad, hacer las cosas a medio gas, ponerle la mitad de las fuerzas, no te lleva a la felicidad plena, pero si a un estado de felicidad cotidiana, que al fin y al cabo es lo que somos, el día a día .Muchas veces estamos tan cegados por llegar a una meta que nos olvidamos del camino para llegar a ella, el recorrido es importante, tanto o más que el objetivo final. Si no lo conseguimos habrá que buscar lo bueno y si el trayecto ha sido provechoso, no haber alcanzado la cumbre será una anécdota más. El conformismo no es para nada mi estilo de vida. Que me conforme con la derrota no quiere decir que me falten  ganas para volver a intentarlo una y otra vez.
¡Báh! Me da igual, a mí me sirve.