viernes, 24 de agosto de 2012

La importancia de ser decente.

Hay que defenderse ofreciendo el pecho descubierto y  los ojos bien abiertos,que para eso están,para caer cada noche y ser frotados cada mañana.
También la cabeza bien alta sin que importe parecer arrogante, sabes lo que eres y sabes que la diferencia entre tu y el resto la pones tu en cada derrota.
Duerme tranquilo, con la boca abierta y abrazando la almohada como si fuesen  los sentimientos con los que madrugas y con los que trasnoches,también con los que te desvelas cada noche que te ayudan a recordar que si,que eres tu el que está soñando la realidad que estás viviendo.

Arrugas mañaneras.


Miedo a las personas ninguno,que no son ellas quien muestran crueldad o falta de compasión,no es la vida tampoco quien rasga los capítulos felices que escribimos,la culpa es de nosotros mismos que nos empeñamos en meter cosas en cajas y sacarlas a relucir cuando menos falta nos hacen o cuando no queremos que otros las vean.