Por aquellas personas que se aferran tanto a sus sueños que llegan incluso a perder los papeles, demostrando que la fuerza que han empleado en luchar por lo que deseaban no era mas que pura obsesión. Éstas personas tienen tanto amor propio que pecan de egoísmo, se olvidan del resto, solo intentan complacer sus deseos sin importarle el resto del mundo, se encierran en un planeta cuya energía es su corazón y la capa de ozono que la protege esta formada por su autoestima y sus altas expectativas de la felicidad. La capa de ozono no se daña ni con las críticas ni consejos de los demás ni tampoco por su propia conciencia.
El egoísmo es quizás lo único malo que se puede decir sobre éstas personas, éste egoísmo lo único que hace es alejarle de los demás, incluso cuando el sueño de una persona así, es ser amado por otra, el objetivo de satisfacer esta necesidad reside en el propio hedonismo, en gustar a los demás, conseguir que le quieran de la misma forma que se quiere a si mismo. Si se piensa fríamente es lo que mas nos conviene.
Lo que de verdad me hace admirar a estas personas es que prácticamente desde el principio de su lucha ya saben que todo va a acabar mal, pero les da igual, se empecinan, me atrevo incluso a decir que a medida que van percibiendo que el barco se va a pique mas luchan por sacarlo a flote, aunque suponga su propia autodestrucción seguirán adelante, aun sabiendo que ya no existe ni el mínimo ápice de esperanza.
¿Valientes? ¿Egoístas? ¿Ambiciosas? ¿Soñadoras? ¿Luchadoras?
Para mí, Personas.